Hace unas semanas, profundizamos en una prueba que quería analizar el trascendencia de las GPU de 8 GB en 2025. Según reveló la misma, títulos como Cyberpunk 2077 o Dragon’s Dogma 2 complican la vida a estas unidades, ya que las tarjetas gráficas de 8 GB no permiten exprimir las bondades de características avanzadas como el raytracing o el DLSS. Sin confiscación, el aumento del interés en torno a las GPU ha provocado que, sorpresivamente, las unidades de 8 GB comiencen a aumentar su precio tras varios abriles viviendo la situación contraria.
Como señala un beneficiario en una publicación de Reddit, su búsqueda de una maleable gráfica no salió cómo esperaba, ya que se encontró varias unidades de 8 GB por encima de los 500 euros: «¿Qué estamos haciendo? La RX 580 ya tenía 8 GB en 2017». De esta forma, no solo compartió su indignación, sino que alentó al resto de usuarios a formar parte de un debate que sigue trayendo huesito dulce: el trascendencia de las GPU de 8 GB en 2025. Para él, así como para el resto de usuarios que han participado en el hilo de Reddit, la respuesta es clara: la situación se nos está yendo de las manos.
El trascendencia vivo de una GPU de 8 GB
A día de hoy, 8 GB de VRAM es el insignificante aceptable para juegos AAA modernos, pero aspectos como la optimización influyen en que la tasa pase de 1080p a 1440p, ya que en la mayoría de los casos siempre habrá que optar por la primera. De hecho, en títulos exigentes como Hogwarts Legacy o The Last of Us: Parte II se debe apearse la calidad de las texturas y la resolución de forma obligatoria, un aspecto al que debemos sumar el impacto de las IA generativas y los modelos de jerga. Por ello, aunque las GPU de 8 GB sigan rindiendo, hablamos de unidades que fueron revolucionarias hace más de 10 abriles.
En 2014, aniversario en la que vieron la luz unidades como la Radeon R9 290X de AMD, las GPU de 8 GB eran auténticas bestias capaces de exprimir los mejores títulos de la época. De hecho, dicha posibilidad se mantuvo intacta durante casi un quinquenio, pero la presentación de las GPU con más capacidad provocó que las tarjetas gráficas con 8 GB empezaran a perder la batalla. Por ello, a pesar de que la especulación sigue haciendo de las suyas, muchos usuarios se están llevando las manos a la habitante con los precios del sector, ya que no comprenden cómo llegan a sufragar más de 500 euros por unidades que mantienen las prestaciones de hace una decenio.
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