En el interior de la historia de los videojuegos, muchos estaremos de acuerdo en que pocos antagonistas han rematado alcanzar la relevancia y el carisma de Ganondorf, el inmortal némesis de Link y la encarnado del mal en la clan The Legend of Zelda. A lo dilatado de las distintas entregas, este personaje ha evolucionado desde ser un simple plebeyo en A Link to the Past hasta convertirse en una figura compleja, con motivaciones y un trasfondo que lo han transformado en uno de los enemigos más icónicos del medio. En este reportaje, analizamos la desarrollo de Ganondorf, su impacto en la novelística de Zelda y cómo ha cambiado su rol interiormente de la franquicia.
Los orígenes: Ganon, la bestia primigenia
Antiguamente de que el nombre «Ganondorf» se hiciera conocido, su contraparte más monstruosa, Ganon, debutó en The Legend of Zelda (1986) como el gran plebeyo. En este pernio, Ganon es una entidad demoníaca que averiguación apoderarse de la Trifuerza de la Cautela, por lo que, una vez encuentra los fragmentos que de ella hizo la princesa Zelda, la encerrará en su abrigo en la Montaña de la Homicidio. Su apariencia de cerdo salvaje hércules y su rol como el mal ilimitado sentaron las bases para lo que sería su donación.
En A Link to the Past (1991), la historia de Ganon se expande, revelando que en origen Ganondorf, el rey demonio, era simplemente uno de los muchos aventureros que buscaban el Reino Noble con la esperanza de obtener la Trifuerza. Al alcanzarla, anheló dominar dicho reino, corrompiéndolo y transformándolo en el Mundo de las Tinieblas. Su aspiración desmedida y su naturaleza malvada quedaron al descubierto cuando él mismo se convirtió en una bestia, como reflexivo de su corazón avaricioso y corrupto, conocida como Ganon.
Ocarina of Time y el partida de Ganondorf
El definitivo punto de inflexión para este plebeyo llegó con Ocarina of Time (1998), donde por primera vez los jugadores conocimos a Ganondorf en su forma humana. Se nos presenta como el líder de los Gerudo, un clan de guerreras del desierto, lo que «humaniza» su historia y le da una viejo profundidad. Ya no es solo una bestia demoníaca; es un estratega, un conquistador que utiliza la manipulación y la diplomacia para conquistar sus objetivos.
A lo dilatado del pernio, Ganondorf engañará a la clan verdadero de Hyrule y se infiltrará en el reino, esperando el momento oportuno para apoderarse de la Trifuerza. Su transformación en el tirano definitivo culmina cuando Link y Zelda, sin darse cuenta, le otorgan entrada al poder que tanto ansiaba. En la batalla final se convierte nuevamente en Ganon, la bestia que representa su corrupción definitiva.
Este pernio cimentó su papel como el gran plebeyo de la clan y estableció su inmortal ciclo de lucha contra la reencarnación del héroe y la princesa.
Imagen: Zeldapedia
The Wind Waker: un plebeyo con motivaciones
En The Wind Waker (2002), Ganondorf regresa con una nueva dimensión: la de un hombre derrotado, cuyo imperio ha sido sepultado bajo el océano. Esta lectura del plebeyo presenta un carácter más melancólico y filosófico. En uno de los momentos más memorables del pernio, reflexiona sobre el destino de su pueblo y cómo el desierto en el que creció lo impulsó a apañarse el control de Hyrule.
Este Ganondorf no es un simple conquistador. Es un personaje que siente que le han robado su derecho a presidir y que el destino ha sido injusto con él. Su motivación ya no es solo el poder por el poder, sino la restauración de su donación. Sin secuestro, su método sigue siendo la violencia y la destrucción, lo que lo convierte en un plebeyo trágico, pero inevitablemente maligno.
Twilight Princess: un regreso a la brutalidad
Twilight Princess (2006) nos presenta un Ganondorf más extraordinario y despiadado que en entregas anteriores. Aquí, su figura es la de un ser que ha desafiado a los mismísimos dioses, siendo desterrado al Reino Crepuscular tras un intento de usurpación de Hyrule. En esta entrega, su rol está más relacionado con lo mitológico: es el altibajo de la Trifuerza del Poder y un enemigo cuyo destino parece estar sellado desde el inicio de los tiempos.
Su influencia sobre Zant, el enemigo original del pernio, demuestra su capacidad de manipular a otros para conquistar sus fines. Su batalla final contra Link y Zelda es una de las más épicas de la clan, consolidando su imagen como un ser imparable que siempre regresa, sin importar cuántas veces sea derrotado.
Breath of the Wild: la Calamidad
En Breath of the Wild, Ganon es presentado como una entidad maligna tradicional que ha amenazado Hyrule durante milenios. A diferencia de las ediciones anteriores, donde mantenía una forma física clara, en esta entrega Ganon es una fuerza caótica y primigenia, una manifestación de odio total que ha perdido cualquier extremo de humanidad.
Desde el principio del pernio, Ganon ha tomado el control del Castillo de Hyrule, rodeado por un vórtice de energía oscura. Su influencia ha corrompido a las Bestias Divinas y a los Guardianes, sumiendo al reino en la ruina. No es un plebeyo que conspira en las sombras ni que averiguación presidir: su única intención es la destrucción absoluta.
Cuando Link finalmente lo enfrenta en la batalla final, Ganon se presenta primero como una abominación mecánica, compuesta por fragmentos de los poderes que tomó de las Bestias Divinas. Esta forma es grotesca, con extremidades y armas que evocan las habilidades de los campeones caídos. Tras su derrota original, Ganon revela su forma definitiva: la Bestia de las Tinieblas, una monstruosa encarnado de odio y poder en estado puro. En esta etapa, su apariencia es la de un colosal cerdo salvaje misterioso envuelto en llamas de color malva, un ser tan colosal que el propio campo de batalla es toda la planicie de Hyrule. Con la ayuda de Zelda y la luz de la Trifuerza, Link puede asestar el desgracia final y sellar su amenaza… al menos por un tiempo.
Echoes of Wisdom, donde falta es lo que parece
En The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom, Ganon regresa como el gran enemigo, pero esta vez en un contexto donde Link ha desaparecido y Zelda debe encargarse el rol de heroína. A diferencia de otras versiones donde su amenaza es inmediata y apocalíptica, en esta entrega Ganon se presenta como un tirano implacable que extiende su influencia sobre Hyrule de forma calculada, desafiando a Zelda a enfrentarlo con ingenio en extensión de fuerza bruta. Su presencia es una mezcla de la astucia estratégica de Ocarina of Time y la forma monstruosa y destructiva de otras entregas convirtiéndolo en un plebeyo versátil que no solo representa el caos, sino asimismo la obligación de que Zelda evolucione como líder y zamarra.
Ganondorf y el círculo inmortal del destino
A lo dilatado de los primaveras, Ganondorf ha pasado de ser un simple monstruo a un plebeyo con profundidad y motivaciones reales. Su ciclo de resurrección, conquista y derrota es un reflexivo del propio destino de Hyrule, un reino atrapado en un inmortal conflicto entre el correctamente y el mal.
Lo que hace a Ganondorf un enemigo tan célebre es que no es solo un plebeyo por serlo. Sus motivaciones varían según el pernio, desde la aspiración pura hasta el deseo de redención, lo que lo convierte en un personaje con matices y profundidad. Su desarrollo ha permitido que cada vivientes de jugadores lo vea de una forma distinta: como un monstruo, un dictador, un traidor o incluso un hombre que lucha contra su propio destino.
Sin importar cuántas veces sea derrotado, siempre regresará, porque su existencia es tan fundamental para la historia de The Legend of Zelda como la del propio héroe. Y quizás, en algún momento, descubramos una nueva apariencia de Ganondorf que lo haga más intrigante que nunca.
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