Será porque la sombra del medio siglo empieza a distribuir mi DNI, pero llevo unas semanas, meses, o quizás ya abriles, en los que estoy jugando más retro de lo habitual. El verano pasado me jugué entera casi toda la colección de JRPG de Super Nintendo, hace un par de semanas me dio por regresar a ICO. Anteayer me terminé Shadow of the Colossus… Estoy tan en «modo retro» que mi cadena es una maquinita flamante del 98 de Donkey Kong, una Nintendo Mini Classics verde que mi padre encontró de casualidad en un cajón.
Y la cosa no termina aquí. Tras entretenerse a Final Fantasy VIII y Final Fantasy IX, porque mi ansía por JRPG pasó de Super Nintendo a PlayStation, ahora le tengo el ojo puesto a Xenogears. Por eso agradezco que Capcom vuelva a imprimir sus Onimusha en forma de relanzamientos o remasterizaciones, porque me ahorra el trabajo de tener que apañarse los originales. Porque lo malo de querer entretenerse retro es que es muy complicado encontrar versiones compatibles con los sistemas actuales. Increíble lo difícil que es disfrutar a día de hoy del formidable Xenogears.
La cuestión es que adoro entretenerse videojuegos clásicos. Hasta le di una reverso hace un par de semanas a los juegos más míticos de Spectrum. ¿Es una cuestión de existencia? En parte, es obvio que sí. Cuanto más hablo con los alumnos a los que doy clase, e incluso cuando hago presentaciones de mis libros y hablo con la concurrencia que viene, más me lucha con chavales, zagales y mozalbetes que me dicen que no juegan a clásicos ni a títulos que se les parezca porque no quieren esforzarse.
¿Las nuevas generaciones no juegan a juegos retro porque piden más esfuerzo?
Cuando escucho estos comentarios, ya no siento que el medio siglo tan solo salpique mi DNI, sino que lo empapa. El caso es que tuve la oportunidad de balbucir sobre este tema con el director de la remasterización de Onimusha 2, Motohide Eshiro. Él tiene más abriles que yo y ha vivido en sus carnes la crecimiento de la industria.
Onimusha 2 me recordó mucho a esa sensación de esfuerzo que además está en Elden Ring
Onimusha 2 me recordó mucho a esa sensación de esfuerzo que además está en Elden Ring. Le pregunté si creía que el origen de este popular carácter estaba, en parte al menos, en Onimusha 2. Se rio, claro. Me contó que, en su opinión, el origen de esa dificultad y esfuerzo se encontraba en las nuevas tendencias de los juegos de energía de 2000. De repente, esos títulos decidieron que era hora de ponerle las cosas difíciles a los jugadores, de no regalarles las cosas y de obligarles a trabajar. Quisieron ser divertidos de ese modo y ese es el espíritu que sigue viviendo en Onimusha 2 y que además está en mis queridos Souls y juegos retro.
Onimusha 2 es un placer que a mí me gusta mucho por su sentido de la energía. Hay muchísimas armas, hay que lanzarse cuáles mejoramos y cuál nos equipamos. No es Nioh, pero sí hay varias posturas que hemos de adoptar para atacar, optando por una posición relajada para hacer ataques más abiertos, u otra en la que apuntamos con nuestra espada o garrocha al enemigo para interpretar de forma más ágil. Esta segunda es la idónea para esquivar, contraatacar y machacar al enemigo con precisión.
Me está encantando entretenerse a Onimusha 2, porque mantiene su alma retro
Pero lo más relevante de Onimusha 2 es un parry que conduce a un ataque crítico que se puede convertir en combo. Lo formidable es que el flamante no tenía ningún flash, lucecita o avisador que te indicara que era el momento idóneo para hacer el parry acordado ahí. Había que esforzarse para que saliera adecuadamente, era un prueba de opúsculo y error. Al final descubrías que había que ganar que tu pertrechos y la del enemigo hicieran colisión perfecta para repeler el ataque del rival. Pero era una mecánica difícil de dominar y lo sigue siendo. Tiene una gran galardón, pero además mucho aventura.
Lo más relevante de Onimusha 2 es un parry que conduce a un ataque crítico que se puede convertir en combo
Le pregunté a Motohide Eshiro si pensaron añadir alguna facilidad para entregar el parry. Si el problema de las nuevas generaciones es que no quieren esforzarse, la pregunta tiene dialéctica. Volvió a reírse. «No hemos querido añadir ningún avisador porque Onimusha 2 tiene que hacerte advertir un pedagogo de la espada. Para eso tienes que estar irresoluto de la espada del rival, no de una lucecita que parpadee, eso estropearía la experiencia«.
Me gustó oír esa respuesta. La remasterización de Onimusha 2 sí introduce sistemas para que la partida se haga más comprensible. Hay autoguardado casi tras cada dominio. Si mueres mucho, Onimusha 2 te invita a pasarte al modo comprensible, y yo morí mucho. Vi muchas veces ese letrerito impertinente insultándome tras cada parecer… Sería coherente favor incluido en el modo comprensible ese avisador para ganar más parry consumado, pero no lo hicieron porque eso sería cargarse la mismísima esencia de Onimusha 2.
La esencia del buen retro: cómo está diseñado el esfuerzo que te piden
Con Motohide Eshiro se encontraba Kosuke Tanaka, productor de la remasterización. Siguiendo con la conversación que estábamos manteniendo, le pregunté al productor cómo podría convencer a alguno de 20 abriles para que jugara a Onimusha 2. Esta vez, nadie de los dos se rio. No hay que olvidar que, a día de hoy, Onimusha 2 es un título mucho más duro que hace 23 abriles. En 2002 estábamos acostumbrados a las cámaras fijas y a los escenarios prerrenderizados. En 2025, no es tan habitual que no podamos ver al enemigo que nos está atacando porque está fuera de la pantalla.
No hay que olvidar que, a día de hoy, Onimusha 2 es un título mucho más duro que hace 23 abriles
Tanaka estuvo muy acertado y me dijo: «los jóvenes verán en Onimusha 2 una experiencia muy fresca. El placer no te dice qué hacer ni qué pertrechos es la mejor. No te dice cuándo hacer parry o no, todo lo tienes que conseguir con tu esfuerzo, y eso es poco que los juegos actuales no hacen. Esta es la mejor forma de animarles a jugarlo». Su respuesta me gustó por varias razones. La primera es que entendí el motivo por el que placer tanto retro. No es por nostalgia, es porque estoy comodísimo con los videojuegos que me conceden un detención porción de agencia y que me dejan equivocarme. Me gusta ganarme las cosas, es divertido.
Pero no placer a todos los títulos retro que existen, tan solo a aquellos que tienen adecuadamente diseñado su nivel de esfuerzo, como es el caso de Onimusha 2, ICO o Final Fantasy IX. Por otro flanco, me gustó la respuesta porque Tanaka no dijo poco del estilo «estos videojuegos no son para jóvenes, no es nuestro target», al contrario. Me habló de la concurrencia de vigésimo abriles que sí disfruta de estas ideas de diseño, de la dificultad y de que el videojuego le pida que se gane el pan si quiere engullir, ofreciéndole un buen diseño de placer para que lo disfrute. No va de sufrir por sufrir. Sus respuestas hicieron que la existencia de mi DNI me pareciera menos sombría, me hicieron advertir menos rancio. Siempre habrá concurrencia que disfrute del retro y de lo que nos brinda. No es una cuestión de existencia. Simplemente es una cuestión de gustos.
No todo el retro es bueno pero el que sí lo es, es fascinante
Y creo que en esto han ayudado mucho los SoulsLike, e incluso que Elden Ring haya acabado que la dificultad vuelva a ser mainstream en un entorno 3D, como en 2000. El esfuerzo en un videojuego es un concepto de diseño increíble, imprescindible para algunos, veinteañeros y cuarentones. Por eso además creo que Capcom ha favorito de forma magnífico el momento en el que hacer regresar a Onimusha 2, acordado cuando Lies of P, Khazan y Elden Ring lo están petando.
Así que no hay que convencer a nadie para que juegue retro. Los jóvenes saben adecuadamente lo que quieren, y los que desean esforzarse al entretenerse, qué increíble mundo nuevo les paciencia, uno repleto de títulos que tienen en el esfuerzo la saco de su diseño, y eso es poco que hoy se siente muy fresco. Es a ellos a los que hay que hablarles de estos títulos y no a los demás… Porque además hay cuarentones a los que el retro les da todo el asco. Empezando por Onimusha 2, y siguiendo por todos los fantásticos videojuegos que nos ha dejado la rica historia de nuestro medio, disfrutad del retro, del buen retro.
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