Cuando piensas en Superman lo hacemos en un superhéroe de capa roja y traje zarco (con o sin calzones de por medio). Así ha sido siempre durante los 85 abriles de vida del personaje. Ha podido variar la intensidad de sus colores, y ha podido cambiar asimismo el origen de su «uniforme». Pero eso no quiere proponer que de vez en cuando, por uno o dos cómics, le hayamos trillado vestir de otra guisa. Eso es lo que he pasado en Action Comic #1085 donde ha estrenado un nuevo traje blanco polar y zarco celeste que no me disgustaría ver en su nueva película.
Resumiendo muy por encima para evitar hacer más destripes de los necesarios, el postrer número de la colección histórica de Superman narra una historia en la que Clark Kent es enviado por el Daily Planet a realizar un reportaje a una instalación científica en Groenlandia cuando, sorpresa, aparece «un trabajo para Superman». Sin confiscación, esta vez no se vistió de rojo y zarco, sino de blanco. ¿El motivo? No lo tengo asaz claro la verdad. Estando en el círculo polar ártico podría decirse que fue por puro camuflaje, pero tiene poco sentido con lo que nos cuentan.
El caso es que mientras leía el tebeo me caldo a la persona otras veces que hemos trillado al héroe de Metrópolis traicionar su pasión «blaugrana». La más celebre de todas, claro está, es cuando resucitó en los 90 de enojado con el escudo en plata. Tenía la capacidad de absorber más energía, y asimismo le otorgaba poco más de protección. Pero ha habido muchos más trajes en estos abriles, asimismo blancos. Son en estos en los que me quiero detener porque empiezan a ser habituales.
En Superman: Perdido de Christopher Priest y Carlo Pagulayan, publicado hace solo dos abriles, se nos cuenta una historia donde el Hombre del Mañana se va a por tabaco, como quien dice, y tarda 20 abriles en encontrar el camino de envés a casa. Cuando lo hace se da cuenta de que el mundo ha seguido delante sin él y tiene que readaptarse en una aventura que vale la pena adivinar si te consideras fan del personaje, y que nos dejó ver varios de sus números a Superman con un traje blanco nuclear con toques dorados. ¿Cuál era su objetivo? Os lo explico ya.
Y os lo explico porque es interesante. Como vimos una vez cuando hablamos del enfrentamiento que tuvo con una horda de xenomorfos, Superman necesita de la luz de una fortuna amarilla para conseguir sus poderes. Con un sol como el que tenemos en la Tierra puede desplazarse por el espacio sin problema alguno, pero sin él no deja de ser cualquiera mortal. Y claro, todo esto es un problema cuando estás buscando el camino de envés a casa desde a aprender dónde (desde más de 14.000 abriles luz para ser más exactos). Pues proporcionadamente, el traje es capaz de coger esa energía, almacenarla y distribuirla de forma que el héroe pueda sostener un tiempo sin suceder por un personaje amarillo. No era lo ideal, pero le permitía apañárselas: «Es como usar un par de pilas alcalinas para atizar un Tesla», bromeaba Kal.
Un traje que enfrenta su viejo amor en la Tierra
Pero eso no es todo. Este traje de «supervivencia» asimismo protege a su portador de la radiación dañina y esto, a la hora de musitar de Superman, hace al héroe poco menos abandonado a la kryptonita verde que tantos sufrimientos le ha cubo. Más en detalle, pero sin profundizar demasiado para evitar spoilers, se nos deja ver una batalla de Supergirl con el traje blanco derribando a Metallo con asaz facilidad para luego quitarse el traje presumiendo en presencia de Kal El de su poder.
Dejando a espaldas este cómic, en Superman #3 de Joshua Williamson asimismo vimos al héroe vestirse de blanco, y esta vez con el emblema en rojo. Su tarea aquí es la de servir de contención contra Parasite, uno de sus villanos más recurrentes, y de acuerdo al libretista está inspirado en otro traje que vimos en la serie animada. Para terminar el repaso, en All-Star Superman (2006) asimismo tenemos en unas cuantas viñetas al superhéroe de este color poco ayer de decirnos adiós.
En definitiva, Superman ha vestido de blanco varias veces, sobre todo en estos últimos abriles, y yo me consulto si James Gunn no recurrirá a él para su película una vez trillado que el superhéroe necesita recuperar fuerzas en la Fortaleza de la Soledad. Lo sabremos este próximo 11 de julio en cines. ¡Crucemos los dedos!
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