ver al hiperdeportivo de Xiaomi apareciendo en Gran Turismo

Hay hitos que van más allá de las cifras o los resultados financieros. Eventos secreto que certifican que, si todo lo demás no ha sido suficiente, atacar el final gran bastión será el paso definitivo. En el mundo de los coches y la civilización popular, por su relevancia respecto a la conciencia y opinión pública, pocas cosas resultan más significativas que aparecer en Fast & Furious o en un Gran Turismo. Todo apunta a que el Xiaomi SU7 Reaccionario acaba de ganarse ese honor.

Aunque parezca una mera concesión, que el director del mecanismo de PlayStation, Kazunori Yamauchi, haya dejado caer lo mucho que ha disfrutado conduciendo un transporte de 1.500 CV, para luego comentar que ha estado hablando sobre Gran Turismo y su manda con el CEO de Xiaomi, es una explicación de intenciones que certifica dos realidades tan sorprendentes como demostrables: que China le está comiendo la tostada de los coches eléctricos a Poniente, y que aparecer en Gran Turismo es primordial para elevar la conciencia de marca y la intención de adquisición.

China le está comiendo la tostada a Poniente

Durante los últimos cinco abriles las marcas chinas de vehículos eléctricos no sólo han conseguido hacerse un altruista hueco en poniente, incluso han hecho que marcas muy adecuadamente establecidas como Tesla o Volkswagen experimenten una significativa desaceleración. El pasado mes de abril la marca BYD sorprendía con su primer sorpaso: había vendido 7.231 unidades en Europa superando las 7.165 de Tesla.

Es un avance que viene aventurándose de acullá, triplicando cifras en tan pronto como dos abriles y convirtiéndose en el 9% de las matriculaciones totales de eléctricos puros de la UE, pero que incluso muestra hasta qué punto hay una clara preeminencia competitiva de China en esta lucha. Más allá del control de las tierras raras que precisan las baterías, y del control de su cautiverio de producción, la secreto está en un rango de precios que ya están entre un 15 y un 25% más baratos que en sus homólogos occidentales.

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El caso de España, donde el poder adquisitivo es pequeño que en otros países secreto de Europa, el transporte eléctrico chino ha antagónico su guardarropa consumado precisamente por el número precio. El conjunto de marcas de China, con MG y BYD a la capital, ya suponen el 6,5% del mercado total, y modelos como el MG ZS terminó como el coche más vendido durante el pasado mes de febrero.

A espaldas quedan ya las cejas arqueadas respecto a los vehículos procedentes de China, más aún cuando la propia Unión Europea se ve obligada a incluir aranceles de hasta un 45% para mitigar ese avance. Pero frente a ese freno, trasladar fábricas a España con gigafactorías como la de Stellantis en Zaragoza, o Chery salvando la planta de Nissan en Barcelona, se convierte en la táctica perfecta para ganarse a la opinión pública. Al «China nos interesa» aún le yerro el «China nos gusta», y es preciso ahí donde entra en mecanismo Gran Turismo.

Gran Turismo como catapulta alrededor de el éxito

Pese a lo increíblemente prometedor de las cifras, y lo evidentemente claro que queda el afianzamiento de la industria del transporte eléctrico de China en Poniente, hay un número aspiracional que, especialmente entre el notorio más tierno, juega un papel primordial. Su puerta de entrada al mundo del motor, a la conciencia respecto a marcas y el deseo frente a vehículos concretos, a menudo pasa por videojuegos como Gran Turismo. Es una asignatura que los fabricantes tienen muy asumida.

Allá por 2011, un estudio de Ford reconocía abiertamente que la aparición en este tipo de videojuegos resultaba secreto para su expansión y crecimiento, y que títulos como Gran Turismo o Forza Motorsport habían aumentado en un 33% la conciencia de marca y la intención de adquisición entre los jugadores de 20 a 30 abriles.

Aunque el éxito e impacto de la franquicia de PlayStation se ha corto con el tiempo, Gran Turismo demostró ser un revulsivo para las ventas de coches impulsando en Estados Unidos modelos como el Subaru Impreza o el Mitsubishi Lancer EVO, y multiplicando por seis las ventas de la marca británica TVR en Japón.

Tal y como ocurrió con los Nissan Skyline GT-R, que saltaron de la ficción de Fast & Furious y Gran Turismo al deseo de los compradores internacionales fuera del país japonés, ahora China genera ruido llevando el debate alrededor de la duda sobre si los mensajes de Yamauchi significan que Xiaomi llegará al mecanismo. Que haya gentío soñando con la posibilidad de conducir el Xiaomi SU7 Reaccionario, aunque sea de forma imaginario, ya es una conquista en sí misma.

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