Voyager resultó ser tan ridículo que cada año miles de fans se reúnen en redes sociales para celebrar su existencia

Con cerca de un millar de episodios de Star Trek emitidos hasta el momento es evidente que no todos pueden tener la misma calidad. Los hay mejores, los hay peores, pero hay algunos tan rematadamente ridículos que han conseguido mantenerse grabados en fuego en la memoria de millones de fans en todo el mundo y, aunque cueste creerlo, por un buen motivo. Este es el caso de Threshold (Momento crítico en España), un capítulo de la segunda temporada de Star Trek: Voyager que tiene evento propio de celebración en redes sociales, especialmente en Tumblr.

Actualmente Threshold está valorado con un 5,3/10 en IMDb, muy allá de la media del software pero asimismo muy por encima de Shades of Gray de The Next Generation, el más vilipendiado de toda esta franquicia por los usuarios de la pulvínulo de datos. Pero olvidémonos de otros episodios para centrarnos en el que hoy nos ocupa. ¿Por qué tiene tan mala nota en el agregador de reseñas de Amazon? Al fin y al angla la premisa de su historia estaba muy alineada con la serie en sí: «Tras advertir un dilitio resistente a altísimas temperaturas, Tom Paris (el timonel de la nave) intenta atravesar el comienzo de transcurvatura«, leemos desde Netflix.

Buscando ir en torno a donde nadie había llegado antaño

Si no habéis pasado Star Trek: Voyager, básicamente os explico que este software narraba las historias de una nave de la Flota Sideral que había sido desplazada más de 70.000 abriles luz de su precursor posición, provocando que ahora tuviesen que navegar por territorios inexplorados. A lo prolongado de las siete temporadas, sus protas trataron de agenciárselas regresar a casa por la vía rápida con escaso resultado, siendo este uno de sus primeros y más sonados fiascos. Pero el problema no es solo que tratasen de poner el canon patas en lo alto al ir a una velocidad que nadie antaño había atrapado antaño, sino cómo representaron los enseres de hacerlo.

Threshold nos explica que al exceder la barrera de la transcurvatura (o transwarp), por otra parte de estar en todos los puntos del universo simultáneamente, el bueno de Tom Paris provocó que su ADN fuera acelerado de tal forma que en cuestión de horas su cuerpo vivió un proceso evolutivo de varios millones de abriles. Pero no cambiaría en torno a una criatura humanoide superior, sino en torno a una especie anfibia, una salamandra, que no tardó en hacer que los fans se llevaran las manos a la cabecera. No solo por la imagen, ridícula, sino por no sostenerse científicamente. Aunque, la verdad, siquiera vamos a pedir precisión aquí posteriormente de todo.

Todo este proceso ya de por sí daba para las risas (o enfados) entre los fans de la dinastía de ciencia ficción, pero Threshold se guardaba un penúltimo as en la manga. Resulta que Paris, en el proceso paranoide provocado por su condición, secuestra a la Capitán Janeway, quien asimismo experimenta la mutación… y se aparean. Al final todo vuelve a su causa por las soluciones milagrosas que siempre ofrecen los capítulos de Star Trek, no sin antaño dejarnos una charla entre los dos sobre sus «hijos» que muchos espectadores tomaron como una broma de mal distinción.

En definitiva un capítulo un tanto peculiar que 29 abriles posteriormente de su audición no ha sido olvidado. Es más, todo lo contrario. Como se hicieron eco los compañeros de Gamestar tiene hasta un evento de celebración cada 29 de enero, coincidiendo con el aniversario de su audición llamativo en 1996, en el que aficionados de todo el mundo publican sus creaciones y teorías sobre lo que vimos en ese episodio, con un particular conmemoración en torno a los tres hijos olvidados de Tom Paris y Janeway. Su nombre es Threshold Day, y en este reportaje de Polygon puedes conocer más.

Remembranza tener pasado este episodio en su día y no tener reparado mucho en sus problemas. Simplemente me encajó en el tono de agenciárselas cómo retornar a casa y los desafíos imposibles que estaban dispuesto a hacer. Hoy sí veo sus fallos conveniente más. Hasta su propio argumentista, Branon Tanga, lo calificó de «ser un seguro desastre». Pero bueno, a mí me ha entregado una excusa para retornar a musitar de una de mis series favoritas… aunque no le guste a Berberecho Garzo que lo haga.

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